Es una Técnica de sanación que ayuda a conseguir el equilibrio físico, mental y espiritual, aunque este último es muy dificil, no porque sea imposible si no porque no depende del terapeuta si no de la persona. Sus resultados pueden ser sorprendentes.
Por supuesto, ésta y cualquier técnica alternativa no debe anular los tratamientos médicos; eso sí, también si se puede, elegir un profesional con conciencia.
Aunque no sea la panacea, se consigue en su práctica cambios visibles, dependiendo de la destreza del terapeuta. Esta es otra de las cosas a tener en cuenta. Cuando se desea recibir Rei Ki, el encontrar a un terapeuta cualificado -no tanto por tener los certificados-, es sólo cuestión de garantizar un mínimo de responsabilidad hacia el paciente.
Nos encontramos con personas que no tienen realmente una inquietud real de la búsqueda de su propia experiencia y compromiso en el cambio y, sin embargo, quieren ayudar a otros a encontrar el equilibrio. Así que prestad atención a vuestra intuición y a vuestro sentido común a la hora de elegir reikista. Hay muchos y no todos lo son.
El verdadero terapeuta no sólo estará abierto al Rei Ki, además, buceará en el mar de posibilidades del Ser Humano, para estar abierto a esa corriente energética del inconsciente, y sacar de ese mar precioso toda la sabiduría posible y tener variadas herramientas, muchas herramientas, intuición, amor y experienciar el cambio en uno mismo.
Karmel
1 comentarios:
Conozco a varios reikistas y, por desgracia, no conocen (ni les interesa) la dimensión anímica que esa práctica conlleva. Como tú no hay ningun@, la verdad.
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